Heart disease is the #1 killer of women in the U.S.
What is heart disease?
Heart disease includes many different conditions that affect the heart and its structures, like veins and arteries.
The most common type of heart disease in women is coronary artery disease
What increases your risk for heart disease?
Knowing your risk factors for heart disease can help you manage them with your healthcare provider.
Medical conditions
DYK?
High triglycerides are linked to clogged arteries (atherosclerosis) , which may lead to cardiovascular problems such as heart disease, stroke and heart attacks.
Being over 65
Being biologically female
Using hormonal birth control
Menopause
Race & ethnicity
The risk of dying from heart disease, from highest to lowest
Non-Hispanic Black people
Non-Hispanic white people
Hispanic and Latina people
Non-Hispanic white people
Asian or Pacific Islander people
Lower income & education levels or living in a rural area
People with lower education and income levels or people living in rural areas are less likely to have access to preventive health screenings, healthcare providers and medications that can help lower heart disease risk
Lifestyle factors
Smoking or vaping
Using tobacco
Drinking alcohol
Not exercising enough
Eating an unhealthy diet
Family history
Some people have a higher genetic risk of heart disease.
Talk to your doctor about your risk if you have family members who have had:
Heart attacks
Blood clots
Strokes
High cholesterol
High blood pressure
Heart disease younger than 65 for females and 55 for males
Medicine matters
Taking prescription medication can help reduce your risk of heart disease, especially if you’ve already had a heart attack or stroke.
Cholesterol & triglyceride medications, like statins and pure EPA omega-3s like IPE
Blood pressure medications, like ACE inhibitors and beta blockers
Diabetes medications, like metformin and GLP-1 agonists or SGLT2 inhibitors
Blood thinners, like aspirin plus rivaroxaban
Reduce your risk
Quit smoking, vaping or using tobacco
Limit alcohol
Maintain a healthy weight
Eat high-fiber foods like vegetables and fruit
Reduce stress
Manage your blood sugar
Be physically active
Get enough sleep
Take your prescribed medications
This educational resource was created with support from Amarin.
Las enfermedades cardiacas incluyen muchos trastornos diferentes que afectan el corazón y sus estructuras, tales como las venas y las arterias.
El tipo más frecuente de enfermedad cardiaca para las mujeres es la enfermedad arterial coronaria
¿Qué incrementa tu riesgo de enfermedades cardiacas?
Conocer tus factores de riesgo de enfermedades cardíacas puede ser útil para que los controles con tu proveedor de atención médica.
Tener más de 65 años
Usar anticonceptivos hormonales
Ser una mujer, desde el punto de vista biológico
Atravesar la menopausia
La raza y la etnia
El riesgo de morir de una enfermedad cardiaca, desde el mayor al menor
Personas no hispanas de raza negra
Personas no hispanas de raza blanca
Personas hispanas y latinas
Personas asiáticas y de las islas del pacífico
Trastornos médicos
Triglicéridos altos
LAD (colesterol “bueno”) altas
Presión arterial alta
Endometriosis
Síndrome de ovario poliquístico (SOP)
Obesidad o sobrepeso
Enfermedad renal crónica
VIH y SIDA
Trastornos inflamatorios o autoinmunitarios (Por ejemplo, la artritis reumatoide, la psoriasis)
Diabetes
Preeclampsia (presión arterial alta durante el embarazo un posparto)
¿Sabías lo siguiente?
Niveles altos de triglicéridos se asocian a arterias obstruidas (aterosclerosis) , lo que puede causar problemas cardiovasculares tales como enfermedades cardíacas, accidentes cardiovasculares y ataques cardíacos.
Menores niveles de ingresos y de educación o vivir en áreas rurales
Personas con menores niveles de educación y de ingresos o personas que viven en áreas rurales tienen menos posibilidades de contar con acceso a pruebas médicas preventivas, a proveedores de atención médica y a medicamentos que pueden ser útiles para reducir el riesgo de enfermedades cardíacas
Factores del estilo de vida
Fumar cigarrillos tradicionales o electrónicos y consumir tabaco
Consumir alcohol
No hacer suficiente ejercicio
Comer una dieta poco saludable
Antecedentes familiares
Algunas personas tienen un mayor riesgo genético de enfermedades cardiacas.
Habla con tu doctor acerca de tu riesgo si tienes familiares que tuvieron:
Ataques cardiacos
Coágulos de sangre
Accidentes cardiovasculares
Colesterol alto
Presión arterial alta
Enfermedades cardíacas antes de cumplir 65 años para las mujeres y 55 años para los hombres
Los medicamentos son importantes
Medicamentos con receta médica pueden ser útiles para reducir tu riesgo de enfermedades cardiacas, especialmente si ya tuviste un ataque cardiaco o un accidente cardiovascular.
Medicamentos para el colesterol y los triglicéridos, tales como estatinas y omega 3 de AIP puras, tales como IPE
Medicamentos para la presión arterial, tales como inhibidores de la ECA y los bloqueadores beta
Medicamentos para la diabetes, tales como la metformina y agonistas GLP-1 o inhibidores SGLT2
Anticoagulantes, tales como la aspirina y rivaroxabán
Reduce tu riesgo
Deja de fumar cigarrillos tradicionales, electrónicos o deja de usar tabaco
Limita el consumo de alcohol
Mantén un peso saludable
Come alimentos con mucha fibra, tales como vegetales y frutas
Reduce el estrés
Controla el azúcar en tu sangre
Mantente físicamente activa
Duerme lo suficiente
Toma los medicamentos que te recetaron
Este recurso educativo se preparó con el apoyo de Amarin.
La mayoría de pruebas del colesterol usualmente miden los triglicéridos, pero estos no son un tipo de colesterol. Sin embargo, los triglicéridos se asocian a los dos tipos de colesterol: LBD y LAD. Al igual que el colesterol, los triglicéridos son tipos de lípidos (grasas) que se trasladan a través de la sangre para realizar funciones esenciales en el cuerpo. Y al igual que para el colesterol de LBD, niveles altos de triglicéridos pueden implicar riesgos para la salud cardiaca.
Nos comunicamos con la cardióloga de Nueva York y miembro del consejo de asesoría de salud de la mujer de HealthyWomen Nieca Goldberg, M.D., para conversar acerca de lo que podemos hacer para manejar niveles altos de triglicéridos.
¿En qué forma niveles altos de triglicéridos afectan mi riesgo de ataques cardiacos o accidentes cardiovasculares?
Un perfil lipídico estándar mide los niveles totales de colesterol así como de triglicéridos, pero esta cifra frecuentemente se ignora. Esto no debería ser así porque niveles altos de triglicéridos elevan el riesgo de ataques cardiacos y accidentes cardiovasculares al promover la aterosclerosis, la acumulación de colesterol y de factores inflamatorios, en las paredes de los vasos sanguíneos que suministran sangre al músculo cardiaco. Niveles muy altos de triglicéridos también se asocian a la inflamación del páncreas (pancreatitis), que es otra razón importante para mantener un control de los triglicéridos.
¿Cómo puedo saber si tengo niveles altos de triglicéridos?
No hay síntomas si tienes niveles altos de triglicéridos. Así que el primer paso es someterte a un perfil lipídico y preguntar acerca de tu nivel de triglicéridos. Niveles en el umbral alto superan los 150 miligramos por decilitro (mg/dL), los niveles altos superan los 200 mg/dL y niveles muy altos superan los 500 mg/dL.Si el nivel es mayor que 150 mg/dL, habla con tu proveedor de atención médica acerca de cómo manejar de mejor forma el riesgo cardiovascular asociado con cualquier nivel elevado de triglicéridos.
¿Debería evitar ciertos alimentos si tengo niveles altos de triglicéridos?
El primer paso para controlar el riesgo cardiovascular asociado con niveles elevados y altos de triglicéridos es analizar lo que estás comiendo. El alcohol, las grasas, los carbohidratos simples y los azúcares pueden elevar tu nivel de triglicéridos. En vez de comer alimentos que tienen niveles altos de grasas saturadas, azúcares simples y almidones, come una dieta de estilo Mediterráneo con carbohidratos complejos, tales como cereales integrales y muchas frutas, vegetales y grasas saludables tales como la omega 3. Estos son los tipos de grasa que se encuentran en pescados, aceitunas, aceite de colza o aceite de aguacate. Dietas y ejercicios que hagan perder peso pueden mejorar los niveles de triglicéridos. También es importante reducir tu consumo de alcohol.
¿Cómo puedo reducir mi nivel de triglicéridos y mi riesgo de enfermedades cardiovasculares?
Frecuentemente, si hay niveles ligeramente elevados de triglicéridos, un simple cambio dietético tal como comer más pescado es suficiente, junto con una dieta saludable y más ejercicio. Sin embargo, si tus niveles son moderados o altos, tu doctor podría pedir aceite de pescado u omega 3 de compra con receta, los cuales tienen niveles más altos de ácidos grasos omega 3 que las opciones de suplementos dietéticos sin receta. Algunos de estos aceites de pescado de compra con receta contienen ácidos grasos omega 3 denominados AIP (ácido icosapentaenoico) y ADH (ácido docosahexaenoico) y otros contienen solo una forma purificada de AIP denominada IPE (icosapento de etilo). Todos estos productos reducirán tu nivel de triglicéridos y podrían disminuir tu riesgo de pancreatitis, pero no todos reducen tu riesgo de enfermedades cardiacas, ataques cardiacos y accidentes cardiovasculares. Sin embargo, se ha demostrado en ensayos clínicos que omega 3 de venta con receta con AIP puro, denominado IPE, reduce tu riesgo de enfermedades cardiovasculares cuando se usa con estatinas, medicamentos utilizados para reducir el colesterol.
Otros medicamentos llamados fibratos pueden reducir los niveles de triglicéridos, pero no se ha demostrado que los fibratos que se usan más frecuentemente reduzcan el riesgo de ataques cardiacos o accidentes cardiovasculares.
Este recurso educativo se preparó con el apoyo de Amarin.
Debora Grandison, a 63-year-old author in St. Louis, MO, first learned that she had issues with her heart in 1988 when she went into preterm labor. The labor stopped but the medications she needed caused complications, leading to a few weeks in intensive care where she was diagnosed with
mitral valve prolapse and gestational diabetes.
Grandison’s blood glucose went back to normal after she delivered her son, but her heart palpitations continued. Three years later, Grandison went to her doctor because she thought she had the flu. It wasn’t the flu. Her blood glucose levels had spiked to dangerous levels, and she was later diagnosed with
Type 1 diabetes. Unfortunately, her health issues continued.
After several years of seeking answers from several doctors for severe heart palpitations, shortness of breath, left arm pain and dizziness, Grandison was finally diagnosed with
cardiomyopathy and she got a pacemaker. She learned later that she also had atrial fibrillation, which increases stroke risk. But what bothers Grandison, now a volunteer for Go Red For Women, an American Heart Association initiative, is that she was never told anything about heart disease risk when she was diagnosed with diabetes. “They told me about complications like blindness, amputations and kidney disease, but that was it,” she said.
Almost half of women in the U.S. don’t know that heart disease is the number one cause of death among women (it accounts for
1 in 5 deaths), yet more than 60 million have some sort of heart disease. The numbers get even higher if they have diabetes. Women with diabetes have a higher chance of having a heart attack when they’re younger, and they have a higher risk of dying from that heart attack.
Diabetes also increases a woman’s risk of
having a stroke. The high levels of blood glucose can increase the fatty deposits that line the blood vessels, narrowing or blocking them. High levels of blood glucose are also associated with elevated or high levels of triglycerides (a type of fat) in your blood that are also associated with heart disease.
Common risk factors
So what is the connection between heart disease, diabetes and stroke? The answer lies in the risk factors and what damage each can do to your body.
Aside from a family history increasing your risk for heart disease, stroke or diabetes, there are other strong risk factors — called cardiometabolic risk factors — that these three diseases have in common. They include:
Having high cholesterol levels
Having high triglyceride levels
Eating a poor diet
Having overweight or obesity
Not being physically active
Smoking
Hypertension (high blood pressure) can also raise your risk of a stroke and heart disease.
Each condition can raise the risk of you having one of the other two. For instance, having diabetes raises your risk of heart disease. “Having Type 2 diabetes is akin to having had a heart attack,” said Icilma Fergus, M.D., a cardiologist and director of Cardiovascular Disparities at Mount Sinai Medical Center in New York. This means that the effect of diabetes does as much damage to your heart as a heart attack would.
But importantly, Fergus explained, there are risk factors that you can change because your lifestyle also plays a large role in leading to cardiometabolic risk factors. “For instance, what you eat, how much you eat and what is inside of what you eat. We’re starting to see people at 17, 18 and 19 years old developing Type 2 diabetes. The reason is that they’re eating a lot of calories and a lot of foods made with preservatives.”
Help yourself by knowing your numbers
Given that some risk factors for heart disease, diabetes and stroke are changeable, you can take steps to reduce your risk. “I think women know they should get a mammogram, and they should get a GYN evaluation, but they don’t know [about getting checked for] the heart,” Fergus said. “But it’s just as important. Heart issues are 80% preventable, so if you could manage these risk factors before you have an event, we could prevent or avoid these heart issues.”
Fergus recommended that once women enter their thirties, especially if they have a family history of heart disease or other risk factors, they should know their blood sugar levels (called A1C levels), cholesterol levels, blood pressure levels, as well as weight and waist circumference. Simply going into your gynecologist, who might be the primary doctor for many women, is a start, she explained. “They can check your blood pressure and do blood tests. Have them discuss your blood pressure and what your blood shows. Does it show an elevation in blood sugar? Does it show an elevation in cholesterol? Fergus said that if you don’t have a primary GYN and you’re concerned, you can go to an urgent care clinic and tell them that you’re not well. “Invariably, they’re going to check your blood pressure, and they can check your blood. Urgent care centers can refer you out to a specialist if you need one.”
Disparities among women and their health
Unfortunately, not all risk factors can be easily changed. For instance, where you live, your education level and your income can have an impact on your health. “These are called the social determinants of health,” Fergus said. Even your ethnicity and whether you have a disability can play a role. “If you fall into these categories, these are risk factors that have been well documented related to heart disease.”
Studies show that people who have lower income and lower education levels have higher rates of heart disease and lower rates of receiving timely treatment when they do have symptoms. “If you’re more educated, you’re more knowledgeable and you’re able to ask more questions,” Fergus said. “You might be able to figure out that something’s not right earlier on and be able to act on it. If you’re less educated, you may rely on what some other person is saying.”
If you live in a low-income area where fresh or affordable food is hard to get, called a food desert, this can have a strong effect on your health. Fewer healthy food options means you’re likely to eat more processed foods, full of calories, fat, sugar and salt. It can take more work to try to overcome some of these hurdles, but knowing about them can help you be more aware of aspects you can change.
What you can do right now to lower your risk
It may seem daunting when you think about the different things you might need to do to lower your risk of heart disease, diabetes and stroke. The National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases suggests starting by managing the “ABCs.”
A is to know and understand your A1C levels over the past three months. These will tell you what your blood sugar levels are and if you’re at risk for developing diabetes or if you have it.
B is to know what your blood pressure is. For most people, a healthy blood pressure is below 120/80, but everyone is different, so ask your doctor what yours should be.
C is for cholesterol. Ask your doctor what your cholesterol LDL (low-density lipoprotein) should be. This is the so-called “bad” cholesterol.
Another important measure is to keep your triglycerides in check. Triglycerides are a fatty substance that build up in your bloodstream, and when they’re too high, they increase your risk of heart disease and stroke.
If any of ABCs or your triglycerides levels are elevated (anything above 150 mg/dL), you might be able to bring them down with lifestyle changes: eating a healthy diet, getting more physical exercise and not smoking. If they don’t come down, you might need to take medications to help you manage your risk of cardiovascular disease and diabetes.
“There are simple steps that you could take to make yourself a healthy woman,” Fergus said. “So don’t despair. Don’t give up. You can handle this.”
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Debora Grandison, una autora de 63 años de San Luis, MO, se enteró por primera vez que tenía problemas con su corazón en 1988 cuando tuvo un parto prematuro. El parto terminó, pero los medicamentos que ella necesitaba causaron complicaciones, lo cual hizo que estuviera varias semanas en cuidados intensivos donde le diagnosticaron prolapso de la válvula mitral y diabetes gestacional.
La glucosa en la sangre de Grandison regresó a la normalidad después del parto de su primer hijo, pero sus palpitaciones cardíacas continuaron. Tres años después, Grandison tuvo una consulta con su doctor porque pensó que tenía gripe. No era gripe. Sus niveles de glucosa en la sangre aumentaron súbitamente a niveles peligrosos y posteriormente le diagnosticaron diabetes tipo 1. Desafortunadamente, siguió teniendo problemas médicos.
Después de varios años de buscar respuestas con algunos doctores debido a palpitaciones cardiacas graves, dificultad para respirar, dolor en el brazo izquierdo y mareos, a Grandison finalmente le diagnosticaron cardiomiopatía y le dieron un marcapasos. Ella se enteró después de que también tenía una fibrilación auricular, la cual incrementa el riesgo de accidentes cardiovasculares. Pero lo que le molesta a Grandison, actualmente una voluntaria de Go Red For Women, una iniciativa de la Asociación estadounidense del corazón, es que nunca le dijeron nada acerca del riesgo de enfermedades cardíacas cuando le diagnosticaron diabetes. “Me informaron acerca de complicaciones tales como ceguera, amputaciones y enfermedades renales, pero eso fue todo”, dijo.
Casi la mitad de mujeres en EE.UU. no saben que las enfermedades cardiacas son la causa principal de muertes de mujeres (1 de cada 5 muertes) y más de 60 millones tienen algún tipo de enfermedad cardiaca. Las cifras son aún mayores si tienen diabetes. Mujeres con diabetes tienen una mayor probabilidad de tener un ataque cardiaco a una menor edad y tienen un mayor riesgo de morir por ese ataque cardiaco.
La diabetes también incrementa el riesgo de que una mujer tenga un accidente cardiovascular. Los mayores niveles de glucosa en la sangre pueden incrementar los depósitos grasos que recubren los vasos sanguíneos bloqueándolos o haciéndolos más estrechos. Altos niveles de glucosa en la sangre se asocian a niveles altos o elevados de triglicéridos (un tipo de grasa) en tu sangre que también se relacionan con enfermedades cardiacas.
Factores de riesgo comunes
Entonces, ¿cuál es la conexión entre las enfermedades cardiacas, la diabetes y los accidentes cardiovasculares? La respuesta yace en los factores de riesgo y en qué daños cada una de estas condiciones puede causar en tu cuerpo.
Aparte de antecedentes familiares que incrementan tu riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cardiovasculares o diabetes, también hay otros factores de riesgo importantes, denominados factores de riesgo cardiometabólicos, que son comunes para estos tres trastornos. Estos incluyen:
Tener niveles altos de colesterol
Tener niveles altos de triglicéridos
Comer una mala dieta
Tener sobrepeso u obesidad
No tener una vida físicamente activa
Fumar
La hipertensión (presión arterial alta) también puede incrementar tu riesgo de un accidente cardiovascular o de una enfermedad cardiaca.
Cada condición puede elevar el riesgo de tener una de las otras dos. Por ejemplo, tener diabetes eleva tu riesgo de una enfermedad cardiaca. “Tener diabetes tipo 2 es similar a haber tenido un ataque cardiaco”, dijo Icilma Fergus, M.D., cardióloga y directora de disparidades cardiovasculares en Mount Sinai Medical Center en Nueva York. Esto significa que la diabetes causa el mismo nivel de daño en tu corazón que un ataque cardiaco.
Según explicó Fergus, existen factores de riesgo que puedes cambiar porque tu estilo de vida también juega un papel importante en los factores de riesgo cardiometabólicos. “Por ejemplo, lo que comes, cuánto comes y la composición de lo que comes. Estamos empezando a ver personas de 17, 18 y 19 años que desarrollan diabetes tipo 2. Esto se debe a que comen muchas calorías y muchos alimentos hechos con conservantes”.
Es conveniente que conozcas tus cifras
Puesto que algunos factores de riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes y accidentes cardiovasculares coinciden, puedes tomar medidas para reducir tu riesgo. “Pienso que las mujeres saben que deberían someterse a mamografías y a evaluaciones ginecológicas, pero no saben [que deberían hacerse pruebas] del corazón”, dijo Fergus. “Pero son igual de importantes. Los problemas cardiacos pueden prevenirse en un 80% de los casos, así que si pudieses controlar estos factores de riesgo antes de tener algún inconveniente importante, podríamos prevenir o evitar estos problemas cardiacos”.
Fergus recomendó que una vez que las mujeres cumplan treinta años, especialmente si tienen antecedentes de enfermedades cardiacas u otros factores de riesgo, deberían conocer cuáles son sus niveles de azúcar en la sangre (denominados niveles A1C), sus niveles de colesterol, sus niveles de presión arterial, así como sus pesos y los perímetros de sus pinturas. Simplemente tener consultas con tu ginecólogo, quien podría ser el doctor de cabecera de muchas mujeres, es un comienzo, explicó. “Puede evaluar tu presión arterial y hacer pruebas de sangre. Dile que te explique qué indica tu presión arterial y tu sangre. ¿Hay un nivel elevado de azúcar en la sangre? ¿Hay un nivel elevado de colesterol? Fergus dijo que si no tienes un ginecólogo de cabecera y estás preocupada, puedes ir a una clínica de urgencias y decirles que no te sientes bien. “En todos los casos, revisarán tu presión arterial y pueden hacerte pruebas de sangre. Los centros de urgencias pueden referirte a un especialista si fuese necesario”.
Disparidades de las mujeres y su salud
Desafortunadamente, no todos los factores de riesgo pueden modificarse fácilmente. Por ejemplo, el lugar en el que vives, tu nivel de educación y tus ingresos pueden afectar tu salud. “Estos se denominan determinantes sociales de la salud”, dijo Fergus. Incluso tu etnia y discapacidades pueden jugar un papel importante. “Si te clasificas dentro de estas categorías, estos son factores de riesgo que se ha documentado bien que se asocian con enfermedades cardiacas”.
Estudios demuestran que personas que tienen menos ingresos y menores niveles de educación tienen mayores tasas de enfermedades cardiacas y es menos posible que reciban tratamiento oportuno cuando tienen los síntomas. “Si tienes un mayor nivel de educación, tienes más conocimiento y eso te permite hacer más preguntas”, dijo Fergus. “Podrías identificar que algo no está bien antes y podrías tomar medidas al respecto. Si tienes un menor nivel de educación, podrías usar de referencia lo que otra persona dice”.
Si vives en un área de bajos ingresos donde es difícil obtener alimentos frescos o baratos, lo cual se denomina un desierto alimentario, esto puede afectar tu salud de manera importante. Menos opciones de alimentos saludables implica que es posible que ingieras más alimentos procesados, llenos de calorías, grasa, azúcar y sal. Podría tomar más trabajo tratar de superar estos obstáculos, pero conocerlos puede ser útil para que estés más consciente de los aspectos que puedes cambiar.
Lo que puedes hacer en este momento para reducir tu riesgo
Podría parecer desalentador pensar en las varias cosas que deberías hacer para reducir tu riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes y accidentes cardiovasculares. El National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases [Instituto nacional de diabetes y enfermedades digestivas y renales] sugiere empezar con el control de las “ABC”.
La A es conocer y entender tus niveles A1C de los últimos tres meses. Indicarán cuáles son tus niveles de azúcar en la sangre y si tienes diabetes o si es posible que la desarrolles.
La B es conocer cuál es tu presión arterial. Para la mayoría de personas, una presión arterial saludable está por debajo de 120/80, pero todos somos diferentes, así que pregunta a tu doctor cuál debería ser tu presión arterial.
La C es el colesterol. Pregunta a tu doctor cuál debería ser tu colesterol LBD (lipoproteínas de baja densidad). Este es el colesterol que se denomina “malo”.
Otra medida importante es controlar tus triglicéridos. Los triglicéridos son una sustancia grasa que se acumula en tu torrente sanguíneo y cuando sus niveles son demasiado elevados, eso incrementa tu riesgo de enfermedades cardiacas y accidentes cardiovasculares.
Si uno de tus niveles ABC o de triglicéridos es elevado (por encima de 150 mg/dL), podrías reducirlos con algunos cambios de tu estilo de vida: comer una dieta saludable, hacer más ejercicio físico y no fumar. Si no disminuyen, es posible que tengas que tomar medicamentos que serán útiles para controlar tu riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes.
“Hay pasos simples que podrías tomar para ser una mujer saludable”, dijo Fergus. “Así que no entres en pánico. No te rindas. Puedes manejar esto”.
Este recurso educativo se preparó con el apoyo de Amarin.